Después de fracasar en un primer ensayo, Javier Aguirre no tuvo otro remedio que patear el tablero si no quería que los cimientos de su gestión comenzaran a tambalearse.
Después de fracasar en un primer ensayo, Javier Aguirre no tuvo otro remedio que patear el tablero si no quería que los cimientos de su gestión comenzaran a tambalearse.